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—¿En tu mundo hay amor? —le preguntó a Coso Luminoso
—Por supuesto —respondió él
—¿Y es el mismo tipo de amor que sienten todos?
—El amor se siente de la misma manera en todas partes.
—Mmm… —murmuró pensativa.
—¿En qué piensas?
—En el amor, evidentemente. No sé cómo será en tu planeta pero en el mío es muy raro; la gente piensa demasiado.
»Piensa, piensa, piensa… —remarcó llevándose los dedos a la sien.
—Es lógico ya que todos pensamos a cada instante —razonó él.
—Pero… ¿No crees que a veces es mejor dejar a un lado el sentido común, las etiquetas y todo eso?
—¿A qué te refieres?
—A que creo que es mejor vivir los sentimientos que nacen en nuestro interior; vivirlos sin descomponerlos, sin analizar cada trocito de emoción; sin preguntarse qué significa esto o aquello. O incluso qué pasará mañana.
—¿Así es el amor en la Tierra?
—Casi siempre. Hasta hacen películas y escriben novelas sobre ello.
—¡Qué insólito! —exclamó sorprendido.
—¿A que sí? Se cuestionan todo. Algunos lo hacen antes de haberlo probado en su propia piel; de comprobar qué sienten verdaderamente. Es por este motivo que muchas sensaciones simplemente terminan por desaparecer, creo que es como si se cansaran.
—Es una lástima porque la palabra «magia» significa que dos seres sienten algo el uno por el otro, cualesquiera que sean las circunstancias.
»Y la magia borra los nubarrones del cielo. Logra que los monstruos del miedo, del escepticismo y de la desconfianza se disipen.
—¿Tú crees?
—Lo sé.
—Así que el amor es «magia» —suspiró risueña—. ¡Qué simple es en realidad y cuán complejo creen que es en mi mundo!
© Némesis Fuster. Todos los derechos reservados.