Cuando escribir es la cura

Lucía Arca

«Hay muchas cosas por las que sonreír»

 

“Con pareja desde hace mucho, apolítica, sin mascota actualmente en casa. Me encantaba veranear en Bayona y en Peñíscola, tengo pendiente visitar Edimburgo. Mi novela favorita es ‘La historia interminable’. Adoro el helado de chocolate y caramelo salado. Mi mayor sueño es estar más sana en un mundo menos enfermo y con mis libros como principal fuente de ingresos”


Hace años que Lucía Arca conoce a quien la va a entrevistar, pero en esta ocasión se han intercambiado los papeles, ya que anteriormente fue ella la que hizo las preguntas. Duda sobre cómo irá la tarde mientras la espera en el portal.

Se saludan desde lejos y se cuestiona si el hecho de que sean amigas variará sus respuestas, si se sentirá incómoda o, por el contrario, todo resultará más fácil.

Es divertida, cercana y tiene una presencia constante en redes sociales, donde se presenta como “Millennial adicta al café, a las series y el cine”; te cuenta su día a día, cuál es la última serie de televisión que ha visto o qué soñó ayer. Pero también es bloguera y autora de cinco novelas: ‘Oh My Gothess’, ‘Y Despertarme Contigo’, la bilogía ‘Clanes’ y ‘Heaven’. Además, ha participado en antologías como ‘Mujeres a la orilla del Ebro’ y ‘Catorce lunas’.

Después de atravesar un pasillo revestido de madera llegan a su habitación, está plagada de pequeños detalles: láminas de sus novelas, y de su serie favorita —‘One Tree Hill’—, estanterías llenas de velas aromáticas, dibujos e hileras de muñecos ‘funko’. Un estante del que penden amuletos de protección.

Huele a almizcle y pachuli. Ambas saben que desde que vio la película ‘Jóvenes y Brujas’ de pequeña, se convirtió en alguien que siente interés por lo paranormal, «pero desde la distancia y el respeto, siempre con dudas», ya que se declara agnóstica.

Lucía no para de hablar; sobre qué libro está leyendo —Entrevista con el vampiro—, la película que vio anoche, ‘No te preocupes querida’; que no le intranquiliza la edad porque tiene amigas de 20 a 50 años, o lo preocupada que está por el mundo actual. Los escritores necesitan cierta paz para escribir, aislarse y crear historias. ¿Cómo le influirán a Lucía los acontecimientos que está viviendo la sociedad a la hora de trabajar?

La charla fluye sin ninguna prisa con dos tazas de té humeante con notas especiadas. Piensa que estamos en un momento convulso a nivel social. Que algunas personas creen que se avecina la Tercera Guerra Mundial y otras afirman que ya estamos de lleno en ella. Cada día se posiciona más en este segundo grupo. “Si a esto le sumamos los evidentes cambios climáticos, es normal sentir desasosiego”, añade.

Lucía hace una pausa y una tímida sonrisa se dibuja en su cara, reflejando optimismo, entonces prosigue explicando que no todo es oscuridad, que hay muchas cosas por las que sonreír, avances sociales y tecnológicos que celebrar…, razones para no perder la esperanza y seguir aportando nuestro granito de arena para mejorar las cosas.

Sobre ese ‘granito de arena’, concreta: —Les cedo algunas de mis series, películas, lecturas, canciones y grupos favoritos. Nessa, de mi novela ‘Oh My Gothess’, por ejemplo, escucha al grupo ‘The Pretty Reckless’; también les regalo reflexiones y algunas réplicas.

Y precisamente en ‘Oh My Gothess’ trata temas muy complejos como el trauma que puede sufrir una mujer tras una violación.

—Es una novela durilla, pero esperanzadora—, dice.

Los protagonistas tienen una personalidad tan realista que parece que estén basados en personas que existen.

Cuenta que hay gente que está convencida de que son reales, de que se ha basado en personas que conoce, “pero es que adquirieron tal nivel de realismo…”, comenta incrédula.

Todavía hay gente que sigue escribiéndole preguntando por eso, nueve años después de que publicara esta novela en la plataforma de lectura Wattpad.

Como sucesos destacables en relación a la novela, narra que le escribió una chica confesándole que había pasado una situación similar a la de Nessa, que la tenía traumatizada.

—Es muy fuerte…, además, en el entorno familiar—, añade. Y gracias a la historia se había envalentonado para contárselo a su madre.

Lucía explica haciendo muchas pausas, con los ojos vidriosos.

—Yo no sabía qué responderle—, confiesa. Es que no me podía creer lo que me estaba sucediendo, pero ya no a mí, sino a otras personas. Fue una experiencia a todos los niveles.

Porque hay multitud de detalles en sus palabras escritas que consiguen que puedas imaginarte viendo esas calles oscuras, sintiéndote como una espía en las conversaciones que mantienen los protagonistas. Pero todo tiene un precio, y así como Dorian Grey consigue mantenerse indemne al paso del tiempo a cambio de que su alma se ennegrezca, Lucía admite que mientras escribía se sentía llena, pero que cuando terminó se quedó vacía y entró en un bucle depresivo:

—Recuerdo todo aquello como una nebulosa, escribía cosas sueltas hasta que le di forma a ‘Y despertarme contigo’, mi segunda novela de ficción realista, que tiene un tono más cómico. Podría decirse que fue ‘mi cura’.

Más adelante decidiría, según cómo se encuentre, con qué historia de las que tiene empezadas continuar, ¿thriller, fantasía, romance, terror?

Es la segunda taza de té que se agota y hay curas que se mantienen toda la vida, por lo que actualmente continúa inmersa en la escritura, tiene varios ‘frentes’ abiertos: está enfocada en correcciones y dando forma a una antología de relatos.

Sonríe mirando a quien la ha entrevistado y dice, como si hablara para sí misma:

—Oye, pues no ha ido nada mal, ¿no?

Todas las dudas que tenía al principio se habían disipado; se sentía a gusto.

Podían seguir remoloneando durante horas o elaborando hechizos, pero cerrando la libreta y guardando el bolígrafo, porque hay detalles que nunca se revelarían, como si fueran un par de brujas que hubiesen firmado un pacto.

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